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Evangelio 15 Junio |Tu Padre que ve en los secreto te recompensará

MIÉRCOLES 16 DE JUNIO

RESUMEN DEL EVANGELIO, MIÉRCOLES 16 DE JUNIO

Mateo 6, 1-6. 16-18: En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no lo vayas trompeteando por delante como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; en verdad os digo que ya reciben su paga. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.

»Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas, que gustan de orar en las sinagogas y en las esquinas de las plazas bien plantados para ser vistos de los hombres; en verdad os digo que ya reciben su paga. Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu aposento y, después de cerrar la puerta, ora a tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.

»Cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas, que desfiguran su rostro para que los hombres vean que ayunan; en verdad os digo que ya reciben su paga. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno sea visto, no por los hombres, sino por tu Padre que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará».
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MI COMENTARIO

¿A qué nos invita hoy Jesús? A la rectitud de intención en todo lo que hagamos: al rezar, al hacer caridad y al ayunar. Así evitaremos la hipocresía, que tanto llamó la atención Jesús. Hacer las cosas para que nos vean o nos tengan en cuenta o nos aprecien…no vale la pena, pues Dios no quiere eso. Él quiere que todo lo hagamos por amor a Él y amor a nuestros hermanos. Tres consejos nos da Jesús:

1. REZAR: reza, sí, y mucho. Pero agradar a Dios, para agradecer a Dios, para pedirle por tantas necesidades que tiene el mundo, la Iglesia, las familias, tu misma familia. Reza, sí, para pedirle perdón por todas las veces que le hemos ofendido a nuestro buen Dios. Pero nunca reces para que te vean y te digan que eres un buen católico y beato. Así hacían algunos fariseos en tiempo de Jesús.
2. HACER CARIDAD: haz obras de misericordia, ayuda, atiende a los necesitados, pero hazlo por amor y sin buscar compensaciones ni aplausos ni medallas. Así tus actos de caridad los verá Dios y te recompensará. Mira a tantos santos que no iban tocando la trompeta al hacer caridad: san Francisco de Asís con los pobres, santa Teresa de Calcuta con pobres más pobres, san Damián de Veuster con los leprosos, san Juan de Dios con los enfermos, santa Teresa de Jesús Journet Ibars con los ancianos, etc.
3. AYUNAR: ayuna, sí, no para mantenerte en forma y con buen perfil, que eso sería vanidad. Ayuna, sí, pero refrenar tus pasiones, tus impulsos primarios, tu sensualidad, tu soberbia. Ayuna al enojo. Ayuna a la ira. Ayuna a la glotonería. Ayuna a la pereza. Ayuna a la tristeza.

Miremos a Jesús. Actuaba para complacer al Padre sirviendo a sus hermanos, curando, animando, enseñando. Purifiquemos todas nuestras acciones para que lleguen a Dios en suave olor. Y Dios nos recompensará, aunque no se enteren los hombres. No vivamos para la galería y que nos miren. No. Esta sería una tentación que desagrada a Dios. Y aquí debemos trabajar todos: desde el Papa, los obispos, los sacerdotes, las monjas, los laicos, los papás de familia, los profesionales, los pobres y los ricos, etc… No limpiemos nuestra imagen exterior para que nos aplaudan y nos premien los hombres, sino que limpiemos las intenciones de nuestro corazón para que sean agradables a Dios y nos recompense. Les mando a cada uno de ustedes la bendición de Dios, P. Antonio Rivero, L.C.