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Evangélio 8 Marzo|El Padre conoce nuestras necesidades

RESUMEN DEL EVANGELIO, MARTES 8 DE MARZO
San Juan de Dios, fundador de la orden Hospitalaria, dedicados a los enfermos (siglo XVI), nacido en Portugal.

Mateo 6, 7-15: En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Al orar, no charléis mucho, como los gentiles, que se figuran que por su palabrería van a ser escuchados. No seáis como ellos, porque vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes de pedírselo.

»Vosotros, pues, orad así: ‘Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre; venga tu Reino; hágase tu Voluntad así en la tierra como en el cielo. Nuestro pan cotidiano dánosle hoy; y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores; y no nos dejes caer en tentación, mas líbranos del mal’. Que si vosotros perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas».
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MI COMENTARIO

Cuaresma, tiempo para vivir a fondo el padrenuestro, la oración más hermosa y completa que nos enseñó Jesús. Analicemos brevemente el padrenuestro.

1. Padre: ¡Qué hermoso llamar a Dios Padre lleno de amor, ternura y cariño!
2. Nuestro: ¡Qué hermoso saber que somos hermanos! ¡Fuera odios, guerras, peleas, envidias! Ayudémonos.
3. Que estás en los cielos: ¡Qué hermoso saber que nuestro destino es el cielo! El saber esto nos llena de alegría y de sentido nuestra vida y nos lleva a ofrecer a Dios los dolores. Aquí en la tierra estamos de paso como peregrinos.
4. Santificado sea tu Nombre: ¡Qué hermoso santificar el Nombre de Dios con nuestra oración y con nuestras acciones! ¡Fuera blasfemias y ligerezas en el uso del nombre de Dios!
5. Venga tu Reino: ¡Qué hermoso es experimentar que el Reino de Cristo se va expandiendo gracias a nuestra evangelización y ejemplo! Reino de paz, amor, justicia, verdad. Llevemos el Reino de Dios a todos los rincones del mundo.
6. Hágase tu Voluntad: ¡Qué hermoso es cumplir diariamente la voluntad de Dios, que nos hace felices, aunque a veces nos cueste! ¡Fuera nuestros caprichos!
7. En la tierra como en el cielo: ¡Sí, hermoso seguir cumpliendo la voluntad de Dios en el cielo! Y por supuesto en la tierra, en todo lo que nos mande: salud o enfermedad, riqueza o pobreza, vida larga o corta, fama o persecución.
8. Danos hoy nuestro pan de cada día: ¡Sí, el pan material y, sobre todo, el pan de la Eucaristía con que nos alimentamos cuerpo y alma!
9. Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden: ¡Qué hermoso es el perdón de corazón, fruto de la presencia de Dios en nuestro corazón! El perdón nos libera. ¡Fuera odios y resquemores!
10. No nos dejes caer en la tentación: ¡Sí en las tentaciones que nos provoca Satanás, sean tentaciones de soberbia como de lujuria! La tentación en sí no es mala, al contrario, nos prueba y nos madura y nos ayuda a demostrar que queremos a Dios antes que las propuestas halagadoras del enemigo de nuestra alma.
11. Y líbranos del mal: del mal terrible el pecado, y sus consecuencias, el infierno eterno. Hagamos siempre el bien, sin mirar a quién.

Vivamos todo esto, como lo vivió nuestro santo de hoy, san Juan de Dios, viendo a Dios en los enfermos, por quienes dio su vida, pasando incluso como “loco”. Les mando a todos la bendición de Dios, P. Antonio Rivero, L.C.