Miércoles, 12 de agosto
RESUMEN DEL EVANGELIO, MIÉRCOLES 12 DE AGOSTO
SANTA JUAN FRANCISCA DE CHANTAL
Mateo 18, 15-20: En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Si tu hermano llega a pecar, vete y repréndele, a solas tú con él. Si te escucha, habrás ganado a tu hermano. Si no te escucha, toma todavía contigo uno o dos, para que todo asunto quede zanjado por la palabra de dos o tres testigos. Si les desoye a ellos, díselo a la comunidad. Y si hasta a la comunidad desoye, sea para ti como el gentil y el publicano. Yo os aseguro: todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo. Os aseguro también que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, sea lo que fuere, lo conseguirán de mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos».
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MI COMENTARIO
La corrección fraterna.
1. Estamos en el discurso eclesial o comunitario de Jesús a sus discípulos, por tanto, también a nosotros. Es un hecho: nadie es perfecto, tenemos defectos. ¿Cómo hemos de comportarnos con el hermano que falla?
2. Hay varios métodos: está el chisme y la crítica. Somos muy fáciles para esto. El papa Francisco lo ha dicho ya en muchas ocasiones. Murmurar de los demás es como echar una bomba que explota tarde o temprano.
3. Pero está el método que nos enseña Jesús, progresivo, graduado: la corrección fraterna, el diálogo personal, el diálogo con testigos. Si yo quiero la salvación y santificación de mi hermano, nada mejor que este método que nos enseñó Cristo: corregirnos con caridad, bondad, sin rencores ni venganzas, con humildad, con tono justo y sin herir. Querer permitir todo no es bueno. Un papá de familia con sus hijos, una esposa a su esposo, un obispo a ese sacerdote, un superior a su súbdito, un maestro o educador a ese alumno o un amigo auténtico…no pueden echar la vista gorda y permitir todo. Seríamos cómplices del mal del hermano. Y se me pedirá cuenta.
4. ¿Y si así no me hace caso y se obstina en seguir en el mal? Cristo nos dice que lo separemos. ¡Es duro! Que lo separemos y lo encomendemos a Dios. Hagamos penitencia y ofrezcamos misas por ese hermano que no quiere cambiar. Agotemos todos los medios para ganarlo. Ojalá ganemos a ese hermano para Dios. La excomunión es lo último que hace la Iglesia con ese hermano que no quiere y se obstina en el mal.
Pidamos hoy la intercesión de santa Juan Francisca de Chantal, que fue esposa y madre de familia, y después viuda. Bajo la guía de san Francisco de Sales se hizo religiosa y fundadora de la Orden de la Visitación, que dirigió con caridad y prudencia, al servicio de los pobres y enfermos. Que interceda por nosotros para que Dios nos conceda un corazón lleno de caridad para con nuestros hermanos. Les mando a cada uno la bendición de Dios, P. Antonio Rivero, L.C.
