LUNES 12 DE ABRIL
RESUMEN DEL EVANGELIO, LUNES 12 DE ABRIL
Juan 3, 1-8: Había entre los fariseos un hombre llamado Nicodemo, magistrado judío. Fue éste donde Jesús de noche y le dijo: «Rabbí, sabemos que has venido de Dios como maestro, porque nadie puede realizar las señales que tú realizas si Dios no está con él». Jesús le respondió: «En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de lo alto no puede ver el Reino de Dios».
Dícele Nicodemo: «¿Cómo puede uno nacer siendo ya viejo? ¿Puede acaso entrar otra vez en el seno de su madre y nacer?». Respondió Jesús: «En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios. Lo nacido de la carne, es carne; lo nacido del Espíritu, es espíritu. No te asombres de que te haya dicho: ‘Tenéis que nacer de lo alto’. El viento sopla donde quiere, y oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que nace del Espíritu».
______________________________
MI COMENTARIO
La pascua es tiempo para repasar y agradecer el don de nuestro bautismo. Los sacramentos son regalos de Cristo resucitado.
1. Durante esta semana meditaremos en el capítulo 3 de san Juan, donde Cristo le va explicando al fariseo Nicodemo el don del bautismo, la necesidad de nacer de nuevo a una vida nueva. Nicodemo no entiende porque le falta todavía la fe. Con gran paciencia y bondad, con gran respeto y claridad, Jesús le va abriendo la mente y el corazón. ¿Habrá entendido Nicodemo? Al menos al final de la vida de Jesús, Nicodemo fue testigo de la muerte de Cristo. Recemos por todos los Nicodemos que siguen buscando el sentido profundo en sus vidas, desde la fe cristiana.
2. Y ahora hablemos de nuestro bautismo, el más hermoso regalo que nos hizo Dios Padre. Gracias al bautismo somos:
a) Hijos adoptivos de Dios Padre. ¡Qué honor!
b) Hermanos de Jesús, nuestro hermano mayor, modelo para todos nosotros, y maestro y Señor, a quien tenemos que seguir.
c) Templos del Espíritu Santo, que habita en nuestra alma y va forjando y formando en nosotros, si le dejamos, la imagen de Cristo. Y al mismo tiempo, va explicándome y afianzándome poco a poco los siete dones y las virtudes teologales y cardinales que se me infundieron el día del bautismo.
d) Miembros activos de la Iglesia, donde trabajamos por llevar el mensaje de Cristo, cada uno de su vocación: laicos, religiosos, sacerdotes.
e) Herederos del cielo: con el bautismo se me abrieron las puertas del cielo. Ese cielo que me conquistó Jesús con su pasión, muerte y resurrección.
¿Cuántas veces al mes meditas en tu bautismo? ¿Cuántas veces al día agradeces a Dios el don de tu bautismo? Te invito que al menos en esta semana tomes el catecismo de la Iglesia católica y leas lo que ahí se dice de este primer sacramento. Les mando a cada uno de ustedes la bendición de Dios, P. Antonio Rivero, L.C.