Domingo 5 de julio
RESUMEN EVANGELIO DOMINGO 5 DE JULIO
Mateo 11, 25-30: Jesús dijo:
«Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños.
Sí, Padre, porque así lo has querido.
Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, así como nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.»
Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré.
Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio.
Porque mi yugo es suave y mi carga liviana.»
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MI COMENTARIO
¿De qué estás cansado?
¿Dónde buscas tu descanso? ¿En qué o en quién?
1. Quien más quien menos experimentamos cansancio en la vida: cansancio físico, psicológico, espiritual. Es ley de vida, pues no somos máquinas ni piedras.
2. Lo importante es saber dónde buscamos descanso. Hay quienes buscan su descanso en fiestas, en diversiones o en solo vacaciones.
3. Hoy Cristo aquí se presenta como nuestro auténtico descanso del alma. No excluye a nadie. Quien a Él acude con humildad y confianza encontrará descanso y solaz en sus tribulaciones, cargas y cansancios. Basta acercarnos a la Eucaristía, al Evangelio, en la oración. Él se hace nuestro buen cireneo que nos ayuda a llevar nuestra cruz pesada. No nos quita la cruz, sino que nos da fuerzas para llevarla con Él.
Miremos a nuestro alrededor: hay gente que está más cansada que nosotros. ¿Qué podemos hacer por estas personas? Les mando a cada uno de ustedes la bendición de Dios, P. Antonio Rivero, L.C.