Evangelio 3 Septiembre | Serás pescador de hombres

JUEVES, 3 DE SEPTIEMBRE

RESUMEN EVANGELIO JUEVES 3 DE SEPTIEMBRE
SAN GREGORIO MAGNO, PAPA (SIGLO VII)

Lucas 5, 1—11: Jesús quiere subir a tu barca. Comentemos esta imagen: 5 Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesaret, el gentío se agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios.

2 Y vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago; y los pescadores, habiendo descendido de ellas, lavaban sus redes.

3 Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud.

4 Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar.

5 Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red.

6 Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía.

7 Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían.

8 Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador.

9 Porque por la pesca que habían hecho, el temor se había apoderado de él, y de todos los que estaban con él,

10 y asimismo de Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres.

11 Y cuando trajeron a tierra las barcas, dejándolo todo, le siguieron.
_____________________________________
MI COMENTARIO

1. Jesús subió a la barca de Pedro. La barca de Pedro era todo para él, pues era pescador. Y Pedro no se opuso ni se resistió. Dejó entrar a Cristo. Y Cristo le pidió ir mar adentro para obtener óptima pesca. Pedro, que sabía del negocio de pesca, le dice que han estado toda la noche y no han pescado nada. Pero confía en Jesús y se entran al mar. Y ya sabemos el resultado. ¡Cuántas virtudes de Pedro en este evangelio! Disponibilidad, confianza, fe, entrega, obediencia, generosidad, humildad. Virtudes que habrán conmovido el corazón de Cristo.
2. Hoy Cristo también se acerca a nosotros y nos pide entrar en nuestra barca, es decir, en nuestra vida. Nos lanza también el imperativo:
a) “Navega mar adentro”: nada de quedarte en la orilla de mediocridad, pues ahí no hay pescados, sino solo basura y medusas.
b) “Echa las redes”: con tu mejor arte, con tus cualidades. Hay tanto que pescar hoy: vocaciones para Cristo, matrimonios para Cristo, jóvenes y novios para Cristo, niños para Cristo, comunidades para Cristo, movimientos para Cristo, ancianos y enfermos para Cristo, políticos para Cristo, seminaristas para Cristo, intelectuales, comunicadores….¡Echemos las redes! ¿A qué esperamos? ¿Qué miedo tenemos? Confiemos como san Pedro. ¿Qué habrá días de esterilidad en que no pesquemos nada? ¡Tranquilos! Son pruebas de Dios para que le miremos y confiemos en Él.
3. San Gregorio Magno dejó su barca, su vida en manos de Cristo, y lo que Dios no hizo con él. Era político y prefecto de la ciudad. Pero dejó todo para seguir a Cristo. Le eligieron Papa y reformó la Iglesia en ese siglo VII, con su ejemplo y con su palabra. Y hoy lo consideramos santo y doctor de la Iglesia. Si se hubiera quedado solo con su barca política no hubiera hecho lo que hizo al poner su barca en manos de Cristo.

Cada uno mire a Cristo hoy. Él está esperando nuestra respuesta. ¿Le dejaré entrar en mi barca? ¿Pondré el timón en sus manos? Les mando a cada uno la bendición de Dios, P. Antonio Rivero, L.C.