MIÉRCOLES 26 DE MAYO
SAN FELIPE NERI
RESUMEN DEL EVANGELIO, MIÉRCOLES 26 DE MAYO
SAN FELIPE NERI, SACERDOTE ITALIANO DEL SIGLO XVI, FUNDADOR DEL ORATORIO, UNA CONGREGACIÓN RELIGIOSA DE SACERDOTES DEDICADOS ESPECIALMENTE A LA EDUCACIÓN DE LOS JÓVENES. POSEÍA EL SECRETO DE LA SIMPATÍA Y DE LA AMISTAD. BASTA VER LA PELÍCULA QUE LES ACONSEJO.
Marcos 10, 32-45: En aquel tiempo, los discípulos iban de camino subiendo a Jerusalén, y Jesús marchaba delante de ellos; ellos estaban sorprendidos y los que le seguían tenían miedo. Tomó otra vez a los Doce y comenzó a decirles lo que le iba a suceder: «Mirad que subimos a Jerusalén, y el Hijo del hombre será entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas; le condenarán a muerte y le entregarán a los gentiles, y se burlarán de Él, le escupirán, le azotarán y le matarán, y a los tres días resucitará».
Se acercan a Él Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, y le dicen: «Maestro, queremos, nos concedas lo que te pidamos». Él les dijo: «¿Qué queréis que os conceda?». Ellos le respondieron: «Concédenos que nos sentemos en tu gloria, uno a tu derecha y otro a tu izquierda». Jesús les dijo: «No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo voy a beber, o ser bautizados con el bautismo con que yo voy a ser bautizado?». Ellos le dijeron: «Sí, podemos». Jesús les dijo: «La copa que yo voy a beber, sí la beberéis y también seréis bautizados con el bautismo con que yo voy a ser bautizado; pero, sentarse a mi derecha o a mi izquierda no es cosa mía el concederlo, sino que es para quienes está preparado».
Al oír esto los otros diez, empezaron a indignarse contra Santiago y Juan. Jesús, llamándoles, les dice: «Sabéis que los que son tenidos como jefes de las naciones, las dominan como señores absolutos y sus grandes las oprimen con su poder. Pero no ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será esclavo de todos, que tampoco el Hijo del hombre ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos».
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MI COMENTARIO
Este evangelio lo vivió a fondo nuestro santo de hoy: nunca quiso honores, ni privilegios, ni cardenalatos, ni puestos principales. Quiso imitar a Cristo en su servicio sacrificado y generoso con todos los más necesitados. Analicemos el evangelio:
1. Por una parte, Jesús les anuncia que tiene que sufrir, padecer y morir, pues esa es la voluntad de su Padre, para salvarnos a todos y abrirnos las puertas del cielo, cerradas por nuestros pecados. Tres veces les avisó de esto. Se llaman los anuncios de su pasión.
2. Por otra parte, los apóstoles no entendían nada, tenían miedo de preguntarle. Pedro le quiso disuadir de ese camino de cruz. Y estos dos discípulos de hoy, Santiago y Juan le piden los puestos de honor y de privilegio. ¡Cómo le habrá dolido a Jesús esto! Tres años y no han entendido el ABC de su doctrina. Y los otros que escucharon la petición de estos dos hermanos se enojaron, pues también ellos querían los mejores puestos en el Reino de Jesús. ¡Qué desubicados!
3. Y Jesús aprovecha para dar a todos una lección sobre la autoridad y el servicio. ¡Atentos todos: Papa, obispos, sacerdotes, diáconos, religiosos, laicos, presidentes, políticos, papás de familia, profesionales, maestros, médicos, responsables de grupos….todos, todos los que seguimos a Cristo estamos llamados a servir a los demás y no a servirnos de los demás! Y Cristo se pone como el modelo: “El Hijo del Hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar la vida por todos”.
Por si también nosotros ambicionamos, más o menos conscientemente, puestos de honor o intereses personales en nuestro seguimiento a Jesús, nos viene bien su lección. Para el cristiano la autoridad es servicio y entrega a los demás. ¡Cuidado, pues tendemos a dominar y no a servir! Imitemos a Jesús y a tantos santos, a Felipe Neri, cuya memoria celebramos hoy, que cuando le ofrecieron el gorro y el título de cardenal, no lo quiso. Prefirió la entrega a los jóvenes necesitados, enseñándoles la doctrina de Jesús, introduciéndoles a un trabajo honesto y a una convivencia alegría y sana entre ellos. Les mando a cada uno de ustedes la bendición de Dios, P. Antonio Rivero, L.C.