VIERNES 22 DE ENERO
RESUMEN DEL EVANGELIO, VIERNES 22 DE ENERO
MEMORIA DE SAN VICENTE DIÁCONO MÁRTIR (SIGLO III, ESPAÑA) TORTURADO EN TIEMPO DEL EMPERADOR ROMANO TERTULIANO. RECEMOS HOY ESPECIALMENTE POR NUESTROS DIÁCONOS PARA QUE SEAN VALIENTES EN LA PREDICACIÓN DEL EVANGELIO COMO SAN VICENTE, AUNQUE LES CUESTE LA VIDA. SAN VICENTE, RUEGA POR NOSOTROS.
Marcos 3, 13-19: Jesús subió a la montaña y llamó a su lado a los que quiso. Ellos fueron hacia él,
y Jesús instituyó a doce para que estuvieran con él, y para enviarlos a predicar
con el poder de expulsar a los demonios.
Así instituyó a los Doce: Simón, al que puso el sobrenombre de Pedro;
Santiago, hijo de Zebedeo, y Juan, hermano de Santiago, a los que dio el nombre de Boanerges, es decir, hijos del trueno;
luego, Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Tadeo, Simón, el Cananeo,
y Judas Iscariote, el mismo que lo entregó.
Elección de los 12 apóstoles. Los elige para tres cosas:
1. Para que se quedaran con Él: y así pudieran hacer la experiencia íntima de Jesús. Conocer sus criterios, sus afectos, sus alegrías, sus tristezas, sus proyectos. Estuvieron con Jesús, Maestro y Señor. Y de ese conocimiento brotaría el amor por Jesús, un deseo inmenso de seguirlo y correr su misma suerte. Los eligió porque quiso, por puro amor gratuito. ¿Qué méritos tenían esos hombres? También a nosotros nos ha elegido gratuitamente para la fe cristiana o para la vocación religiosa o para el ministerio sacerdotal. Démosle hoy gracias por la llamada.
2. Para mandarlos a predicar: misión noble, pues por la predicación vendrá la fe. La fe viene por el oído. También nosotros, desde el día de nuestro bautismo estamos llamados a predicar el evangelio, con la palabra y sobre todo con el ejemplo. Por eso urge que seamos hombres de oración, que leamos el evangelio de Jesús y los documentos de la Iglesia para que tengamos la materia y el contenido que después predicaremos. No predicamos nuestras ideas e invenciones, sino el mensaje de Cristo, para que quien nos escuche se abra a Jesús, se convierta y lo siga.
3. Para que tuvieran el poder de expulsar a los demonios: misión delicada y hoy también necesaria. El demonio se está metiendo en el alma y en los cuerpos de tantos hermanos nuestros. Si no, cómo se entiende tanto odio, muertes, abortos, corrupción, infidelidad matrimonial, narcotráfico, divisiones, escándalos. El demonio está detrás de todo esto. Y muchos le abren la puerta del alma y del cuerpo. A este ministerio la Iglesia lo llama EXORCISMO, que los obispos encomiendan a unos sacerdotes preparados para ello. No dejemos entrar a Satanás en nuestra mente, corazón, sensibilidad. Dejemos entrar a Dios y a nuestro santo de la guardia.
Les deseo un buen fin de semana. Y les mandó a cada uno en particular la bendición de Dios, P. Antonio Rivero, L.C.
