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Evangelio 18 Febrero |El que quiere venir en pos de mi nieguese a si mismo tome su cruz y sigame

JUEVES DESPUÉS DEL MIÉRCOLES DE CENIZA

RESUMEN DEL EVANGELIO, JUEVES 18 DE FEBRERO
Lucas 9, 22-25: condiciones para seguir a Jesús.

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «El Hijo del hombre debe sufrir mucho, y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar al tercer día». Decía a todos: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí, ése la salvará. Pues, ¿de qué le sirve al hombre haber ganado el mundo entero, si él mismo se pierde o se arruina?».
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MI COMENTARIO

1. Jesús no nos esconde las condiciones para seguirle, que son tres:
a) Primero, no buscarme a mí mismo en cuanto hago y digo, sino sólo buscar la gloria de Dios y el bien de mis hermanos.
b) Segundo, tomar la cruz de cada día, esa cruz que comporta espinas, molestias, dolor. Cada uno de nosotros sabe cuánto pesa nuestra cruz y de qué está fabricada nuestra cruz. Cruz de la enfermedad. Cruz de la incomprensión. Cruz en mi casa, en mi trabajo. Cruz del perdón. Cruz de la pérdida de un ser querido, ahora con la pandemia, o un hijo que se me fue de casa.
c) Tercero, seguir a Jesús en las buenas y en las malas, en las duras y en las maduras, cuando tengo ganas y cuando no. Él ha dejado unas huellas bien claras en el evangelio. Solo debo yo poner mi pie y seguir sus pisadas: humildad, fidelidad, esfuerzo, caridad, piedad, alegría, lucha contra el mal, renuncias y sacrificios.
2. Si me sacan ahora un scanner o una radiografía, ¿podría decir que soy cristiano sano y que no tengo irregularidades en mi salud espiritual? ¿O estoy en momento crítico? Tranquilo, la Cuaresma es un momento privilegiado para cambiar de ruta y volver al buen camino del evangelio para seguir a Jesús. Y ayudar a mis seres queridos para que también ellos sigan con gozo a Jesús.
3. Tenemos unos medios y medicinas que nos sanarán: oración, lectura del evangelio, ayunos y sacrificios y obras de misericordia. Les recuerdo cuáles son esas obras de misericordia:
Corporales:
1) Visitar a los enfermos
2) Dar de comer al hambriento
3) Dar de beber al sediento
4) Dar posada al peregrino
5) Vestir al desnudo
6) Visitar a los presos
7) Enterrar a los difuntos
Espirituales:
1) Enseñar al que no sabe
2) Dar buen consejo al que lo necesita
3) Corregir al que se equivoca
4) Perdonar al que nos ofende
5) Consolar al triste
6) Sufrir con paciencia los defectos del prójimo
7) Rezar a Dios por los vivos y por los difuntos.
Les mando la bendición de Dios, P. Antonio Rivero, L.C.