Evangelio 18 Enero |A vino nuevo Odres nuevos

LUNES 18 DE ENERO

RESUMEN DEL EVANGELIO, LUNES 18 DE ENERO
Marcos 2, 18-22: Como los discípulos de Juan y los fariseos estaban ayunando, vienen y le dicen a Jesús: «¿Por qué mientras los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan, tus discípulos no ayunan?». Jesús les dijo: «¿Pueden acaso ayunar los invitados a la boda mientras el novio está con ellos? Mientras tengan consigo al novio no pueden ayunar. Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán, en aquel día.

»Nadie cose un remiendo de paño sin tundir en un vestido viejo, pues de otro modo, lo añadido tira de él, el paño nuevo del viejo, y se produce un desgarrón peor. Nadie echa tampoco vino nuevo en pellejos viejos; de otro modo, el vino reventaría los pellejos y se echaría a perder tanto el vino como los pellejos: sino que el vino nuevo se echa en pellejos nuevos».
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MI COMENTARIO

Este lunes 18 de enero comienza la celebración de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos que lleva por lema “Permaneced en mi amor y daréis fruto en abundancia”, una cita tomada del Evangelio de San Juan, que trata sobre la vid, los sarmientos y la importancia de estar unidos en el amor de Dios. ¿Qué busca esta semana? Busca la restauración de la unidad de los cristianos, es decir, la unidad de las distintas confesiones religiosas cristianas «históricas», separadas desde los grandes cismas: la Iglesia ortodoxa que se separó de la Iglesia católica en Oriente en el siglo XI y la iglesia protestante, que se separó en Alemania en el siglo XVI, con Lutero a la cabeza. Y de la Iglesia protestante se derivaron otras comunidades, que creen en Cristo, pero están separadas de la Iglesia católica que es la verdadera Iglesia fundada por Cristo, y en la que se contienen todos los auxilios de la gracia y salvación. “Que todos sean UNO, como Tú, Padre, y Yo somos UNO”, es lo que pidió Cristo en la Última Cena. Recemos por esta intención durante esta semana.

Del evangelio, comentemos las dos metáforas que Cristo nos ha enseñado:

1. Cristo es el vestido nuevo, que cada día se me ofrece para vestirme y yo debo ponérmelo para que me parezca a Él. Quitémonos esos andrajos del hombre viejo, rotos, malolientes, encogidos, sucios por habernos dejado llevar por nuestros vicios y pasiones desordenadas: soberbia, envidia, ira, lujuria, egoísmo, gula, odio, resentimientos, malos deseos y pensamientos. Caminemos con este vestido nuevo que nos ofreció Cristo desde el día del bautismo. Y cuidemos que el demonio no nos destroce dicho vestido. Que quien nos vea, vea a Cristo en nosotros.
2. Cristo es el vino nuevo, oloroso, decantado que nos embriaga con su amor, bondad, misericordia, pureza. Pero ese vino necesita depositarse en nuestra alma, que debe convertirse en odre nuevo, no agujereado, estropeado. Sólo así no se aguará el vino nuevo de Cristo, ni se avinagrará. ¿Quién toma vino avinagrado? Que quien se acerca a nosotros le demos a gustar el vino nuevo de Cristo de mi alegría, bondad, misericordia, perdón.
3. Son hermosas metáforas que Cristo hoy nos ha explicado para que seamos HOMBRES NUEVOS. San Pablo habla del hombre nuevo en Colosenses capítulo 3, en Gálatas capítulo 5 y Efesios capítulos 4 y 5. Les invito a leer en esta semana estos capítulos.

Les deseo una semana llena de bendiciones, de salud y amor. Les mando a cada uno de ustedes la bendición de Dios, P. Antonio Rivero, L.C.