MARTES 17 DE NOVIEMBRE
RESUMEN DEL EVANGELIO, MARTES 17 DE NOVIEMBRE
SANTA ISABEL DE HUNGRÍA, SIGLO XIII, HIJA DEL REY DE HUNGRÍA, AMANTE DE LOS POBRES A QUIENES SOCORRÍA CON CARIDAD EVANGÉLICA, ERIGIENDO UN HOSPITAL EN EL QUE ELLA MISMA SERVÍA A LOS ENFERMOS. El lema de su vida fue: PIEDAD, PUREZA Y JUSTICIA. ES LA PATRONA PRINCIPAL DE LA ARQUIDIÓCESIS DE BOGOTÁ, CAPITAL DE COLOMBIA.
Lucas 19, 1-10: la conversión de Zaqueo.
En aquel tiempo, habiendo entrado Jesús en Jericó, atravesaba la ciudad. Había un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de publicanos, y rico. Trataba de ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la gente, porque era de pequeña estatura. Se adelantó corriendo y se subió a un sicómoro para verle, pues iba a pasar por allí. Y cuando Jesús llegó a aquel sitio, alzando la vista, le dijo: «Zaqueo, baja pronto; porque conviene que hoy me quede yo en tu casa». Se apresuró a bajar y le recibió con alegría.
Al verlo, todos murmuraban diciendo: «Ha ido a hospedarse a casa de un hombre pecador». Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: «Daré, Señor, la mitad de mis bienes a los pobres; y si en algo defraudé a alguien, le devolveré el cuádruplo». Jesús le dijo: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también éste es hijo de Abraham, pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido».
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MI COMENTARIO
Sigamos rezando mucho por la noble y sufrida nación de Nicaragua, para que Dios detenga el huracán IOTA y no sucedan más catástrofes. María, intercede por Nicaragua que tanto te ama.
¿Qué podemos aprender de este evangelio de Zaqueo? ¿Qué tenemos que hacer para que Jesús se autoinvite a venir a nuestra casa, como hizo con Zaqueo: “Baja, Zaqueo, hoy me hospedaré en tu casa”?
1. Zaqueo se dejó tocar el corazón por Jesús. Y Jesús le perdonó. Zaqueo comenzó una vida nueva y reparó sus pecados. A esto llamamos la gracia de la conversión: Dios que nos busca y nosotros nos dejamos encontrar por Él.
2. Podemos aprender esto:
a) Si somos en cierto sentido Zaqueos, acudamos a Cristo, que nos perdonará. Así habrá fiesta en nuestra alma. Y Dios estará contento con nosotros.
b) Si ya estamos en el camino del Señor, busquemos a esos Zaqueos para llevarlos a Cristo. ¡Son nuestros hermanos! Nos interesa que encuentren a Dios.
c) No seamos como los que murmuraban de este gesto de Cristo con Zaqueo. Alegrémonos de que sean muchos los que acepten a Jesús en sus casas.
Cada día que celebramos la Eucaristía, que es algo más que recibir la visita del Señor, debería notarse que ha entrado la alegría en nuestra vida y que cambia nuestra actitud con los demás. Les mando la bendición de Dios, P. Antonio Rivero, L.C.