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Evangelio 16 Noviembre | Que quieres que haga por ti

LUNES 16 DE NOVIEMBRE

RESUMEN DEL EVANGELIO, LUNES 16 DE NOVIEMBRE
Lucas 18, 35-43: curación del ciego

En aquel tiempo, sucedió que, al acercarse Jesús a Jericó, estaba un ciego sentado junto al camino pidiendo limosna; al oír que pasaba gente, preguntó qué era aquello. Le informaron que pasaba Jesús el Nazareno y empezó a gritar, diciendo: «¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!». Los que iban delante le increpaban para que se callara, pero él gritaba mucho más: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!». Jesús se detuvo, y mandó que se lo trajeran y, cuando se hubo acercado, le preguntó: «¿Qué quieres que te haga?». Él dijo: «¡Señor, que vea!». Jesús le dijo: «Ve. Tu fe te ha salvado». Y al instante recobró la vista, y le seguía glorificando a Dios. Y todo el pueblo, al verlo, alabó a Dios.
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MI COMENTARIO

¿Qué quieres que haga por ti? -nos pregunta también Cristo a nosotros.

1. Veamos, primero, al ciego. Pobre, desvalido. Aprovecha la ocasión de los que pasaban por ahí y pregunta quién está pasando. Le dicen que es Jesús. Y él entonces con una fe profunda le grita a Jesús, reconociéndole como Rey y Señor. Vence las dificultades de los que querían taparle la boca, gritando más fuerte. Y su fe logra detener a Jesús e interesarse por ese ciego. Curado, sigue a Jesús y alaba a Dios. Fe, hecha oración de grito y de confianza y de gratitud y de alabanza.
2. ¿Qué hace Jesús? Se detiene. Manda que se lo traigan. Le pregunta con gran respeto para saber su propósito: “¿Qué quieres que haga por ti?”. Escucha al ciego con gran caridad. Y le cura la ceguera, porque ese ciego estaba preparado.
3. Hoy se acerca también Jesús a nosotros y nos pregunta: “¿Qué quieres que haga por ti?”. Cada uno tendrá que responder a Jesús.
– Señor, que vea tu presencia en las cosas que me pasan. Quítame las cataratas de la indiferencia y de la incredulidad. Quien sigue a Jesús no anda en tinieblas.
– Señor, sana mi corazón herido por golpes de la vida. Cristo es Médico de corazones.
– Señor, despierta mi caridad para que ayude a los pobres y ciegos que pasan por mi camino. Que los lleve a tu presencia.
– Señor, que sea fiel a mis votos, a mis compromisos, a mi matrimonio, a mi sacerdocio.
– Señor, mira a mis hijos y cúralos.
– Señor, cuántos enfermos y amigos necesitan de tus milagros.
– Señor, limpia la Iglesia de todo escándalo y suciedad, y hazla santa y pura.

Dios los bendiga a cada uno en esta nueva semana que Él nos concede. P. Antonio Rivero, L.C.