16 de julio. ¡VIVA LA VIRGEN DEL CARMEN!
RESUMEN DEL EVANGELIO DE HOY, 16 DE JULIO, FIESTA DE LA VIRGEN DEL CARMEN, PATRONA DE CHILE Y PATRONA DE LOS MARINEROS
Mateo 11, 28-30: En aquel tiempo, Jesús dijo: «Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera».
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MI COMENTARIO
Hoy es obligado hablar de la Virgen, bajo la advocación del Carmen y del escapulario. ¿Qué nos dice esta fiesta mariana a todos nosotros, y cuál es el mensaje? Con Ella podemos llevar el yugo de nuestros problemas…yugo que es el de su Hijo Jesús, participación del de Cristo.
Y mi santa madre se fue al cielo, con el escapulario de la Virgen sobre el pecho. Y, además, qué premio: nos dejó la víspera de la Virgen del Carmen y ahora ya está disfrutando de Dios, de la Virgen y de los santos.
¿Qué decir del escapulario?
1. El Santo Escapulario es el gran don que María, omnipotente ante su Hijo Dios, nos trajo del cielo, haciéndonos en él las más preciosas promesas. Muy bien ha sido llamado el SACRAMENTO DE MARIA. Hoy lo reconocemos como SACRAMENTAL. «Su misma nobleza de origen, decía el Papa León XIII, su venerada antigüedad, su extraordinaria propagación, así como los saludables efectos de piedad por él obtenidos, y los insignes milagros obrados por su virtud, lo recomiendan con el mayor encarecimiento». A él ha vinculado la Virgen dos maravillosas promesas:
2. Sus promesas:
Primera promesa
Es la gran promesa, el privilegio de preservación o exención del infierno para cuantos mueren revestidos con el Escapulario Carmelitano. Orando con fervor a la Virgen San Simón Stock, General de la Orden Carmelitana, apareciósele circundada de ángeles la Stma. Virgen (15 de Julio de 1251) y entregándole, como prenda de su amor maternal y de ilimitado poder, el Santo Escapulario, le prometió que cuantos murieren revestidos de él no se condenarían. Las palabras de la Virgen fueron éstas: «El que muriere con el Escapulario no padecerá el fuego del infierno».
Segunda promesa
Estando orando el Papa Juan XXII, se le apareció la Virgen, vestida del hábito carmelitano, y le prometió sacar del purgatorio el sábado después de la muerte al que muriese con el Escapulario. María dijo al Papa: «Yo Madre de misericordia, libraré del purgatorio y llevaré al cielo, el sábado después de la muerte, a cuantos hubiesen vestido mi Escapulario».
El Papa Paulo V expidió el 20 de enero de 1613 el siguiente Decreto:
«Permítase a los Padre Carmelitas predicar que el pueblo cristiano puede piadosamente creer que la Bienaventurada Virgen María con sus intercesiones continuas, piadosos sufragios y méritos y especial protección, ayudará después de la muerte, principalmente el sábado, día a ella dedicado, a las almas de sus cofrades que llevaren el hábito carmelitano, es decir, el escapulario».
Condiciones para ganar estos privilegios
Para merecer la primera Promesa de la perseverancia final, se requiere haber recibido el Escapulario de manos de un sacerdote, llevarlo siempre puesto, especialmente en la hora de la muerte, e inscribir el nombre en el libro de la cofradía.
Para ganar la segunda Promesa, el privilegio Sabatino, sobre los tres requisitos anteriores, se exige guardar castidad, según el propio estado, rezar siete padrenuestros, 7 avemarías y 7 glorias. Guardar abstinencia (si pueden hacerlo) los miércoles y los sábados; esta obligación puede un confesor conmutarla por otros rezos y penitencias.
Amigos, esta es la historia del escapulario. Ojalá que lo puedan conseguir. Yo lo tengo desde que me ordené sacerdote, regalo de mi madre, que también lo llevaba. Mando a cada uno de ustedes la bendición de Dios y el abrazo de la Virgen del Carmen, P. Antonio Rivero, L.C.