MIÉRCOLES 10 DE MARZO
RESUMEN DEL EVANGELIO, MIÉRCOLES 10 DE MAYO
Mateo 5, 17-19: En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. Sí, os lo aseguro: el cielo y la tierra pasarán antes que pase una i o una tilde de la Ley sin que todo suceda. Por tanto, el que traspase uno de estos mandamientos más pequeños y así lo enseñe a los hombres, será el más pequeño en el Reino de los Cielos; en cambio, el que los observe y los enseñe, ése será grande en el Reino de los Cielos».
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MI COMENTARIO
Llamada a la fidelidad. ¿Cómo va nuestra fidelidad a Dios, a nuestros compromisos y deberes de hombre, de trabajador, de cristiano, de religioso, de sacerdote?
1. De Cristo se dice en los evangelios: “Todo lo hizo bien” (Marcos 7,31-37). Nadie pudo acusarlo de pecado (cf. Juan 8, 46). Pasó haciendo el bien. Y terminó su vida exclamando: “To está cumplido” (Juan 19, 30).Y siguiendo a Jesús, tantos santos y santas lucharon por la fidelidad, con la ayuda de Dios en la oración y en los sacramentos.
2. ¿Qué es la fidelidad? La fidelidad es una actitud de alguien que es fiel, constante y comprometido con respecto a los sentimientos, ideas u obligaciones que asume. Es una característica de quien es leal, en quien se puede confiar y creer, porque es honesto y respetable. La fidelidad se refiere a la capacidad que tiene una persona de ser leal y mantenerse comprometido con una persona, con un grupo, un ideal o un valor. Cumplir con sus promesas y mantener sus principios.
3. ¿A quién ser fiel?
a) A Dios.
b) A nuestra conciencia.
c) A nuestros compromisos de casado, de consagrado…que hemos hecho.
d) A nuestros deberes profesionales.
4. ¿Qué ganamos con la fidelidad? Humanamente, una gran paz y estabilidad de espíritu, una realización personal, una alegría profunda y el buen ejemplo que damos a nuestro alrededor. Y espiritualmente, ser fiel es imitar a Cristo, nuestro modelo y, de esta manera, llegar a la santidad, única tarea que tenemos como bautizados.
¡Qué gran responsabilidad tenemos los grandes y educadores para enseñar a los demás la virtud de la fidelidad, no sólo con palabras, sino especialmente con nuestro ejemplo! Padres de familia, enseñen a sus hijos a ser fieles a sus compromisos. Esposos, sean fieles a sus compromisos de casados. Sacerdotes, seamos fieles y enseñemos a nuestros fieles a cumplir sus deberes. Religiosos y religiosas, sean fieles a esos votos que hicieron e hicimos a Dios, consciente, libre y amorosamente. Jefes de empresas y presidentes, sean fieles a Dios, a su conciencia y a sus gentes. Dios nos pedirá cuenta de la fidelidad.
Les mando a cada uno la bendición de Dios, P. Antonio Rivero, L.C.