RESUMEN DEL EVANGELIO, JUEVES 10 DE FEBRERO
MEMORIA DE SANTA ESCOLÁSTICA, HERMANA DE SAN BENITO EN EL SIGLO V-VI, MONJA CONTEMPLATIVA, DE ALMA PURA, TOTALMENTE ENTREGAA A DIOS, CUMPLIDORA DE LA REGLA. SAN BENITO, SU HERMANO, LA VIO SUBIR AL CIELO, EN FORMA DE PALOMA, EL DÍA DE SU MUERTE. FELICITEMOS A TODOS LOS BENEDICTINOS EN ESTE DÍA. Y TAMBIÉN A LOS SACERDOTES, POR SER JUEVES SACERDOTAL
Marcos 7, 24-30: En aquel tiempo, Jesús partiendo de allí, se fue a la región de Tiro, y entrando en una casa quería que nadie lo supiese, pero no logró pasar inadvertido, sino que, en seguida, habiendo oído hablar de Él una mujer, cuya hija estaba poseída de un espíritu inmundo, vino y se postró a sus pies. Esta mujer era pagana, sirofenicia de nacimiento, y le rogaba que expulsara de su hija al demonio. Él le decía: «Espera que primero se sacien los hijos, pues no está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos». Pero ella le respondió: «Sí, Señor; que también los perritos comen bajo la mesa migajas de los niños». Él, entonces, le dijo: «Por lo que has dicho, vete; el demonio ha salido de tu hija». Volvió a su casa y encontró que la niña estaba echada en la cama y que el demonio se había ido.
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MI COMENTARIO
¿Cómo debemos pedir a Dios para que nos conceda lo que queremos y necesitamos? Esta mujer extranjera del evangelio nos da el secreto. San Agustín nos dice que Dios no nos da lo que le pedimos por tres razones:
1. O porque somos malos: y lo primero que tenemos que hacer es ponernos en paz con Dios, pedirle perdón por nuestros pecados y cambiar de vida. Ahí sí Dios nos escucharía. Esta mujer siriofenicia fue a buscar a Jesús, y se puso de rodillas, señal de fe y arrepentimiento.
2. O porque pedimos mal: pedimos con desfachatez, con soberbia, con provocación, en vez de pedirlo con fe, confianza, humildad, perseverancia, como hizo esta mujer extranjera del evangelio de hoy. ¡Con qué humildad aceptó la prueba dura que le hizo Jesús! “También los perritos comen las migajas que caen de la mesa de los amos”. A Jesús le admira la fe, la humildad de esta mujer. Por eso le concede la sanación de su hija.
3. O porque pedimos malas cosas en orden a nuestra salvación: pedimos cosas que no nos convienen, que nos harían mal, que dañarían nuestro cuerpo o nuestra alma. Esta mujer pidió algo bueno: la salud de su hija que se estaba muriendo. Y nosotros, ¿qué pedimos a Dios por nuestro mundo, por nuestra Iglesia, por nuestras familias, por nuestros jóvenes, por nuestros sacerdotes, por nuestros enfermos y ancianos, por los que no creen en Dios….?
Revisemos cómo oramos a Dios y qué pedimos a Dios. Santa Escolástica, santa que hoy celebramos nos da ejemplo de cómo orar. Es ejemplo de oración contemplativa, llena de fe, humildad, perseverancia y confianza. Gracias a su oración se mantuvo vinculada a su hermano san Benito, fundador de los benedictinos. Una vez que le visitó se pasaron toda la noche orando los dos. Pidamos esta gracia a santa Escolástica: saborear la oración. Les mando a cada uno la bendición de Dios, P. Antonio Rivero, L.C.