10 de agosto
San Lorenzo, mártir
RESUMEN DEL EVANGELIO, LUNES 10 DE AGOSTO
SAN LORENZO MÁRTIR
Evangelio de san Juan 12, 24-26: En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «En verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, da mucho fruto. El que ama su vida, la pierde; y el que odia su vida en este mundo, la guardará para una vida eterna. Si alguno me sirve, que me siga, y donde yo esté, allí estará también mi servidor. Si alguno me sirve, el Padre le honrará».
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MI COMENTARIO
Meditemos en la imagen del grano de trigo. ¿Cuál es el proceso del grano de trigo? Y lo meditaremos viendo la vida de san Lorenzo.
1. Lorenzo era uno de los siete diáconos de Roma, o sea uno de los siete hombres de confianza del Sumo Pontífice Sixto II. Su oficio era de gran responsabilidad, pues estaba encargado de distribuir las ayudas a los pobres. El alcalde de Roma le pidió que le diera todo el dinero que tenía. Y se presentó con todos los pobres a los que socorría: “Estos son los tesoros de la Iglesia, señor alcalde”. Al pensar que se burlaba de él lo mando matar. Lo pusieron en una parrilla y lo asaron. Y así fue: “Denme la vuelta, pues por este lado ya estoy asado”. Era el siglo III. Lorenzo es ese grano de trigo que fue enterrado, tuvo que morir y produjo fruto para la Iglesia y para el mundo: el fruto de su martirio, su testimonio valiente. Es el santo más importante en Roma, después de Pedro y Pablo. Se edificaron en todo el mundo 34 iglesias y capillas en su honor. Pero este grano de trigo tuvo que caer en tierra, morir y dar testimonio de Cristo. Y hoy recogemos el fruto dorado que embellece a la Iglesia y nos estimula a seguir su ejemplo.
2. Cada uno de nosotros, siguiendo esta comparación o metáfora del grano de trigo, veamos si realmente estamos dando fruto, si nos hemos dejado enterrar por Dios, si hemos muerto a nosotros mismos, a nuestras pasiones malas. Entremos en nuestro corazón. El fruto que se espera de los cristianos es este: caridad, honestidad, valentía, verdad, y las demás virtudes.
Recemos hoy especialmente por todos los cristianos perseguidos por causa de Cristo, para que tengan en san Loranzo un intercesor ante Dios. Les deseo una semana llena de paz y de confianza en Dios. Les mando a cada uno la bendición de Dios, P. Antonio Rivero, L.C.