Viernes 4 de diciembre
RESUMEN DEL EVANGELIO, VIERNES 4 DE diciembre
MATEO 9, 27-31: Cuando Jesús se iba de allí, al pasar le siguieron dos ciegos gritando: «¡Ten piedad de nosotros, Hijo de David!». Y al llegar a casa, se le acercaron los ciegos, y Jesús les dice: «¿Creéis que puedo hacer eso?». Dícenle: «Sí, Señor». Entonces les tocó los ojos diciendo: «Hágase en vosotros según vuestra fe». Y se abrieron sus ojos. Jesús les ordenó severamente: «¡Mirad que nadie lo sepa!». Pero ellos, en cuanto salieron, divulgaron su fama por toda aquella comarca.
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MI COMENTARIO
Quien más quien menos estamos un poco ciegos, y no vemos la mano de Dios en todo lo que nos pasa. Nos falta más fe. Por eso, el ejemplo de estos dos ciegos nos puede servir hoy, en pleno adviento. ¿Por qué consiguieron de Jesús la curación? Veamos el proceso:
1. Habían escuchado de Jesús y por eso, le siguieron. Adviento, tiempo para seguir más de cerca a Jesús, en la oración, en la lectura del evangelio.
2. Comenzaron a gritar: “¡Hijo de David, compadécete de nosotros!”. Tocaron la fibra más fina de Jesús: el corazón compasivo. Es el grito de la fe y de la confianza de estos ciegos.
3. ¿Cómo reaccionó Jesús? Les hace la pregunta fundamental: ¿creen que puedo curarlos? Y entonces, ante la respuesta positiva de estos ciegos, Jesús les cura, tocándoles los ojos. “Que se haga en ustedes, conforme a su fe”
Lección clarísima para nosotros: según nuestra fe, así será nuestra curación. Hoy tenemos que considerar de qué estamos ciegos: no vemos a Dios en todo lo que nos sucede, no vemos a Dios detrás de nuestros hermanos, no vemos a Dios detrás de la Palabra de Dios y de los sacramentos. Pidamos hoy a Jesús que nos cure de la ceguera. Así veremos todo más claro. Les mando la bendición de Dios, P. Antonio Rivero, L.C.
