JUEVES 19 DE NOVIEMBRE
RESUMEN DEL EVANGELIO, JUEVES 19 DE NOVIEMBRE
Lucas 19, 41-44: Jesús lloró al ver a Jerusalén.
En aquel tiempo, Jesús, al acercarse a Jerusalén y ver la ciudad, lloró por ella, diciendo: «¡Si también tú conocieras en este día el mensaje de paz! Pero ahora ha quedado oculto a tus ojos. Porque vendrán días sobre ti, en que tus enemigos te rodearán de empalizadas, te cercarán y te apretarán por todas partes, y te estrellarán contra el suelo a ti y a tus hijos que estén dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no has conocido el tiempo de tu visita».
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MI COMENTARIO
Hoy, ¿qué provoca el llanto y las lágrimas a Cristo?
1. Cuando alguien ve a una persona llorar nos conmovemos, ¿no es cierto? Y, sobre todo, cuando son personas inocentes, frágiles, enfermas, ancianas. Ver a alguien llorar nos llega muy hondo y se nos parte el alma.
2. Hoy Cristo llora al ver a Jerusalén. Ya le habíamos visto llorar por la muerte de su amigo Lázaro. Hoy llora por Jerusalén, la ciudad santa, previniendo su ruina. Será destruida en el año 70 d.C. por Tito, hijo del emperador romano Vespasiano. Fue un desastre. El templo de Dios profanado y saqueado. Llora también porque esa santa ciudad no ha comprendido lo que conduce a la paz, no le ha escuchado ni aceptado su mensaje de salvación.
3. Hoy, 2020, ¿qué está provocando las lágrimas a Cristo? Al contemplar nuestro mundo, nuestras familias, nuestra sociedad, nuestros gobiernos, nuestros jóvenes, nuestra Iglesia… ¿se alegría o lloraría? Nos manda pruebas para despertarnos y así mirar al cielo. Y muchos no espabilan. Están metidos en sus cosas o, peor, en sus pecados. Llora al ver los escándalos de hijos de la Iglesia. Llora al ver las familias divididas y separadas. Llora al ver que los gobiernos aprueban leyes en contra de Él y de los mandamientos: aborto, eutanasia, ideología del género, corrupción. Llora al ver jóvenes extraviados y desentendidos de Dios y de las cosas de Dios. Llora al ver que muchos medios de comunicación social están esparciendo veneno, indecencia, aplausos al mal. Llora al ver que muchos han dejado la práctica religiosa y no van a misa, no rezan.
¿Qué podemos hacer para consolar a Cristo, para acercarnos hoy a Él, y abrazarlo y consolarlo? Ojalá que nosotros seamos de los amigos de Jesús y reciba de nosotros un aliento. El papa Francisco ha invitado a la Iglesia a vivir una jornada de oración por las víctimas de abuso sexual. Podría ser hoy, jueves sacerdotal, o mañana, viernes penitencial para rezar por esta intención del papa Francisco. Que la Virgen consuele a su Hijo Jesús y nos diga cómo consolar también nosotros a su Hijo. Les mando a cada uno y a su familia la bendición de Dios, P. Antonio Rivero, L.C.