Evangelio 15 Septiembre| Mujer , ahí tienes a tu hijo

MARTES, 15 DE SEPTIEMBRE
La Virgen de los Dolores.

RESUMEN DEL EVANGELIO, MARTES 15 DE SEPTIEMBRE
LA VIRGEN DE LOS DOLORES
INDEPENDENCIA DE AMÉRICA

San Juan, 19,25-27: Cerca de la cruz de Jesús estaba su madre, con María, la hermana de su madre, esposa de Cleofás, y María de Magdala. Jesús, al ver a la Madre y junto a ella al discípulo que más quería, dijo a la Madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo». Después dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu madre». Y desde aquel momento el discípulo se la llevó a su casa.
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MI COMENTARIO

Contemplemos a María, la Virgen Dolorosa y aprendamos a llevar nuestros dolores, junto a Ella.

1. ¿Cuáles son esos siete dolores que quisieron quebrantar cuerpo, alma, espíritu, sentimientos, emociones, memoria, sensibilidad de María?

• El primer dolor, la profecía del anciano Simeón en la presentación del Niño Jesús en el Templo de Jerusalén: dolor que quiso quebrantar el sentimiento y la emoción de alegría de María. ¡María había ido feliz a ofrecer a su Hijo en el templo, y este profeta Simeón estropeó la fiesta!
• El segundo dolor, la huida de la Sagrada Familia a Egipto: dolor del desconcierto que quiso quebrantar la virtud de la esperanza ante el futuro. ¿Qué nos espera en Egipto, José?
• El tercer dolor, la pérdida de Jesús en el templo: dolor del corazón hecho pedazos al perder su tesoro, Jesús. Dolor que quiso quebrantar la fe: ¡no vemos a Jesús, José, hemos perdido a Jesús! Dolor de la fe: ya no vemos a Jesús.
• El cuarto dolor, María Santísima encuentra a Jesús cargando con la Cruz en la Vía Dolorosa: dolor de su sensibilidad por no poder echar una mano a su Hijo y cargar con él la cruz, y ver a su hijo chorreando sangre, golpeado, maltratado. Sentía en su cuerpo los golpes de su Hijo…y nada podía hacer. Sólo mirar a su Hijo.
• El quinto dolor, Jesús es crucificado frente a su Madre: dolor hecho agonía y noche oscura del alma que quiso quebrantar el alma de María. “¿Por qué, Señor, por qué? Mi hijo es inocente”.
• El sexto dolor, el cuerpo de Jesús es entregado en los brazos de su Santísima Madre: dolor que mancha y quebranta su memoria. ¡Cuántos recuerdos al tener a su Hijo muerto en sus brazos! Los años de la infancia y los años en Nazaret hasta los 30 años de Jesús. Su memoria hecha pedazos. ¡Qué dolor!
• El séptimo dolor, Jesús es sepultado: dolor acompañado de lágrimas serenas en espera de la resurrección. “Mi hijo no es para esta tierra…va a resucitar”.

¿Por qué Dios permitió estos dolores a la Virgen, su Madre? Para asociarla a la obra redentora de su Hijo. Por eso la podemos llamar con razón corredentora, al unir ella sus dolores a la cruz de su Hijo para la salvación de la humanidad

2. ¿Cuáles son los dolores hoy?

• Los dolores de la humanidad, además de la pandemia, los pobres, los atropellos de gobernantes, familias divididas, enfermos, los sin techo, los sin trabajo, los sin comida, etc.
• Los dolores de la Iglesia: conferencias episcopales que se oponen a la doctrina auténtica de la Iglesia y quieren una Iglesia nueva en puntos de dogma y moral, escándalos de sacerdotes, profanaciones de iglesias por parte de militares del gobierno, falta de vocaciones, decaída en la fe en algunos países.
• Los dolores nuestros: cada quien repase sus propios en este día y cuénteselos a María, la Virgen Dolorsa. Cuando uno tiene dolores y tiene su madre al lado, nuestros dolores compartidos se hacen más llevaderos.

El sufrimiento de la Virgen de los Dolores nos enseña a tener fortaleza ante los sufrimientos de la vida. Ella nos acompaña y nos da la fuerza necesaria para enfrentar las adversidades y seguir ante cualquier situación de dolor. Treinta años de delicia….y después, grandes dolores. Estemos junto a la cruz de Jesús, junto a María y junto a la cruz de nuestros hermanos. Así seremos en cierto sentido corredentores junto con Cristo y María. Amén. Les mando a cada uno la bendición de Dios, P. Antonio Rivero, L.C.