Evangelio 14 Diciembre|Creyeron en él

RESUMEN DEL EVANGELIO, MARTES 14 DE DICIEMBRE
MEMORIA DEL MÍSTICO ESPAÑOL DEL SIGLO XVI, SAN JUAN DE LA CRUZ, REFORMADOR CON SANTA TERESA DEL CARMELO MASCULINO

Mateo 21, 28-32: En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Llegándose al primero, le dijo: ‘Hijo, vete hoy a trabajar en la viña’. Y él respondió: ‘No quiero’, pero después se arrepintió y fue. Llegándose al segundo, le dijo lo mismo. Y él respondió: ‘Voy, Señor’, y no fue. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?». «El primero», le dicen. Díceles Jesús: «En verdad os digo que los publicanos y las rameras llegan antes que vosotros al Reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros por camino de justicia, y no creísteis en él, mientras que los publicanos y las rameras creyeron en él. Y vosotros, ni viéndolo, os arrepentisteis después, para creer en él».
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MI COMENTARIO

Parábola de los dos hijos.

Ayer le pedíamos a santa Lucía, patrona de los ojos, una visión clara para construir nuestra vida sobre la fe, la confianza y el amor a Dios. Y hoy nos sale san Juan de la Cruz, de Ávila, de mi tierra, igual que santa Teresa de Jesús. ¿Qué le podemos pedir a este gran místico?

1. Al hilo de la memoria de San Juan de la Cruz, doctor de la Iglesia y místico de fama universal por ser maestro de vida interior, recordamos que el primer paso en ese camino hacia Dios es la vía purgativa, la de quitarnos lo que estorba, el lastre, el pecado. Y Adviento es tiempo maravilloso para limpiar nuestro corazón para recibir el Niño Dios el día de Navidad. Después san Juan de la Cruz describe la vía iluminativa donde Dios nos llena de su luz en todos los rincones de nuestro ser, para que veamos el polvo, y así lo podamos limpiar. Y, por último, la vía unitiva, más cercana al Cielo que a la tierra por tratarse de la contemplación de Dios. Aquí Dios se regala al alma. Y entonces nuestra vida será un “sí” continuo a cuanto nos manda nuestro Dios.
2. Y ahora comentemos brevemente el evangelio de los dos hijos: el que dice a su padre “sí”, pero no va a trabajar a la viña. ¿Quiénes son? Son los que se creían buenos en tiempo de Jesús, pero sólo exteriormente, y que le estaban escuchando en ese momento: sumos sacerdotes y ancianos. El segundo que dice “no”, pero después va. Son los pecadores que se arrepienten.
3. ¿No creen que falta un hijo? ¿El que dice “sí” y va? Cristo es el ejemplo del “sí” sincero y continuo. Y así deberíamos ser nosotros. Ante lo que Dios nos vaya mandando, a través de su Palabra en la Escritura, a través de sus intermediarios en la tierra: la Iglesia y sus ministros, los papás de familia y quienes tienen autoridad para servir. Nuestra postura tiene que ser siempre: “Aquí estoy, mándame…¿qué quieres que haga?”.

Revisemos en este Adviento cómo está nuestra obediencia a Dios y a sus representantes. Y pidamos la intercesión de san Juan de la Cruz, cuya memoria hoy celebramos. Él fue modelo de obediencia heroica. Probado por Dios y probado por sus superiores de la orden carmelita. Y él reaccionó con humildad, y obedeció heroicamente, sin protestar. Después Dios le premió con una vida mística llena de luz e intimidad con el Señor. Les mando la bendición de Dios, P. Antonio Rivero, L.C.