RESUMEN DEL EVANGELIO, VIERNES 11 DE FEBRERO
NUESTRA SEÑORA DE LOURDES, QUE SE APARECIÓ A UNA NIÑA LLAMADA BERNARDETTE EN 1858, BAJO EL NOMBRE “SOY LA INMACULADA CONCEPCIÓN”.
Jornada Mundial del Enfermo
Hoy pedimos a Nuestra Señora de Lourdes por todos los enfermos del mundo y por los médicos y enfermeras, para que nos conceda la salud y el fin de la pandemia. Y no olvidemos el mensaje de la Virgen: oración, penitencia, humildad y la importancia de rezar el santo rosario.
Marcos 7, 31-37: “¡Ábrete!”. En aquel tiempo, Jesús se marchó de la región de Tiro y vino de nuevo, por Sidón, al mar de Galilea, atravesando la Decápolis. Le presentan un sordo que, además, hablaba con dificultad, y le ruegan imponga la mano sobre él. Él, apartándole de la gente, a solas, le metió sus dedos en los oídos y con su saliva le tocó la lengua. Y, levantando los ojos al cielo, dio un gemido, y le dijo: «Effatá», que quiere decir: «¡Ábrete!».
Se abrieron sus oídos y, al instante, se soltó la atadura de su lengua y hablaba correctamente. Jesús les mandó que a nadie se lo contaran. Pero cuanto más se lo prohibía, tanto más ellos lo publicaban. Y se maravillaban sobremanera y decían: «Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos».
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MI COMENTARIO
1. ¿Qué es la sordera? Incapacidad de escuchar. Y también para hablar. Y sus consecuencias: puede provocar cansancio; cefalea; vértigo; tensionar la musculatura; producir estrés; problemas de alimentación y sueño; problemas estomacales o aumentar la presión sanguínea. Este hombre del evangelio era sordo y tartamudo. Menos mal que sus amigos lo llevaron a Jesús para pedirle la curación. Y Jesús hizo todo un rito que nos parece raro a nuestra sensibilidad de hoy día: le mete los dedos en los oídos y le toca la lengua con saliva. Después de la curación todos estaban asombrados y decían: “Todo lo ha hecho bien”. Jesús restablece la plena comunicación del hombre con Dios y con los otros hombres. Ese sordomudo que es llevado ante Jesús se transforma en el símbolo del no-creyente que cumple un camino hacia la fe. En efecto, su sordera expresa la incapacidad de escuchar y de comprender no sólo las palabras de los hombres, sino también la Palabra de Dios. Y san Pablo nos recuerda que «la fe nace del mensaje que se escucha».
2. En esta escena podemos reconocer los distintos pasos de un camino de progresivo descubrimiento de la persona de Jesús. La primera cosa que Jesús hace es llevar a ese hombre lejos de la multitud: no quiere dar publicidad al gesto que va a realizar, pero no quiere tampoco que su palabra sea cubierta por la confusión de las voces y de las habladurías del entorno. La Palabra de Dios que Cristo nos transmite necesita silencio para ser acogida como Palabra que sana, que reconcilia y restablece la comunicación.
3. La enseñanza que sacamos de este episodio es que Dios no está cerrado en sí mismo, sino que se abre y se pone en comunicación con la humanidad. Y lo hizo desde el día de nuestro bautismo. En su inmensa misericordia, supera el abismo de la infinita diferencia entre Él y nosotros, y sale a nuestro encuentro. Para realizar esta comunicación con el hombre, Dios se hace hombre: no le basta hablarnos a través de la ley y de los profetas, sino que se hace presente en la persona de su Hijo, la Palabra hecha carne. Jesús es el gran «constructor de puentes» que construye en sí mismo el gran puente de la comunión plena con el Padre.
¡Cuántos hoy están sordos y mudos! Sordos, porque no quieren escuchar a Dios, su Palabra. No quieren escuchar a la Iglesia y a sus obispos y sacerdotes. A sus amigos que les aconsejan. Y además, son mudos y tartamudos, porque no hablan de Dios ni de las cosas de Dios. Sólo hablan de las cosas del mundo. Pidamos hoy a Jesús, por intercesión de la Virgen de Lourdes que nos cure de nuestra sordera y mudez. Les mando la bendición de Dios, P. Antonio Rivero, L.C.