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Evangelio 5 Octubre |Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón

Lunes 5 de octubre

RESUMEN DEL EVANGELIO, LUNES 5 DE OCTUBRE
SANTA FAUSTINA KOWALSKA, CONFIDENTE DE JESÚS MISERICORDIOSO, POLACA DEL SIGLO XX Y TRANSMISORA DE LA DIVINA MISERICORDIA.

Lucas 10, 25-37: En aquel tiempo, se levantó un maestro de la Ley, y dijo para poner a prueba a Jesús: «Maestro, ¿qué he de hacer para tener en herencia la vida eterna?». Él le dijo: «¿Qué está escrito en la Ley? ¿Cómo lees?». Respondió: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo». Díjole entonces: «Bien has respondido. Haz eso y vivirás».

Pero él, queriendo justificarse, dijo a Jesús: «Y ¿quién es mi prójimo?». Jesús respondió: «Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de salteadores, que, después de despojarle y golpearle, se fueron dejándole medio muerto. Casualmente, bajaba por aquel camino un sacerdote y, al verle, dio un rodeo. De igual modo, un levita que pasaba por aquel sitio le vio y dio un rodeo. Pero un samaritano que iba de camino llegó junto a él, y al verle tuvo compasión; y, acercándose, vendó sus heridas, echando en ellas aceite y vino; y montándole sobre su propia cabalgadura, le llevó a una posada y cuidó de él. Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y dijo: Cuida de él y, si gastas algo más, te lo pagaré cuando vuelva. ¿Quién de estos tres te parece que fue prójimo del que cayó en manos de los salteadores?». Él dijo: «El que practicó la misericordia con él». Díjole Jesús: «Vete y haz tú lo mismo».
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MI COMENTARIO

Apliquemos este evangelio del buen samaritano a la memoria de santa Faustina y al significado de la Divina Misericordia.

1. Ahí tenemos la escena: un hombre asaltado por ladrones, apaleado y casi muriéndose. Dos hombres judíos, supuestamente religiosos y de templo, pasan de largo, insensibles y sin misericordia en su corazón. ¡Qué pena! ¿De qué sirven tantos rezos, si no tenemos caridad, compasión y misericordia con nuestros hermanos? ¡De nada!
2. Y el otro viandante, samaritano, sin tantos rezos, sin embargo, con un corazón noble, sensible, misericordioso…le atiende con un cariño y una caridad impresionante. ¡Tantos gestos lindos! Lo ve, se para, se acerca, lo cura, lo venda, lo lleva al mesón, paga todo lo necesario. ¡Esto es la caridad misericordiosa!
3. ¿Qué diría santa Faustina a este evangelio! Nos diría lo siguiente: SEAMOS MISERICORDIOSOS COMO JESÚS HA SIDO MISERICORDIOSO CON NOSOTROS. Esta devoción a Jesús Misericordioso abarca tres cosas:
a) Contemplar en la Biblia, desde el génesis hasta el apocalipsis, la misericordia que Dios nos ha tenido. ¡Cuánta misericordia nos ha tenido Dios en nuestra vida!
b) Experimentar en nuestra alma esa misericordia de Dios a través del sacramento de la confesión. No dejemos la confesión. Cada mes o cada dos meses acerquémonos a ese maravilloso sacramento de la misericordia.
c) Transmitir a nuestros hermanos esa misericordia: con nuestros pensamientos, palabras y gestos concretos, como el samaritano del evangelio de hoy. Seamos hombres y mujeres llenos de misericordia. No olvidemos lo que nos dice Cristo en el evangelio: “Sed misericordiosos como vuestro Padre Celestial es misericordioso…la medida que uséis se usará con vosotros”. ¡Así de simple!

A María la imploramos como la Madre de la Misericordia. Pidamos a Ella que interceda por nosotros ante su Hijo Jesús para que siga teniendo misericordia de nosotros y del mundo entero. Esta devoción ha sido la última devoción aprobada por la Iglesia. Nunca más oportuna, cuando vemos a nuestro alrededor tantos gestos de indiferencia y de desprecio a nuestros hermanos. ¡Feliz semana a todos! Les mando a cada uno la bendición de Dios, P. Antonio Rivero, L.C.