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Evangelio 29 Abril|El que crea en mi yo lo resucitaré en el último día

Evangelio según San Juan 6,35-40.

Jesús dijo a la gente: «Yo soy el pan de Vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que cree en mí jamás tendrá sed.
Pero ya les he dicho: ustedes me han visto y sin embargo no creen.
Todo lo que me da el Padre viene a mí, y al que venga a mí yo no lo rechazaré,
porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la de aquel que me envió.
La voluntad del que me ha enviado es que yo no pierda nada de lo que él me dio, sino que lo resucite en el último día.
Esta es la voluntad de mi Padre: que el que ve al Hijo y cree en él, tenga Vida eterna y que yo lo resucite en el último día».

RESUMEN EVANGELIO DE HOY, MIÉRCOLES 29 DE ABRIL, SANTA CATALINA DE SIENA, JUAN 6, 35-40

Seguimos con la catequesis sobre el pan que nos da Jesús. Nos ofrece estos pasos: ir, ver, creer en Él que es el Pan de vida, y comer de ese Pan para tener vida eterna. Analicemos ambos aspectos:

1. Ir: tenemos que ir a ese banquete eucarístico para ver este milagro. Hay que movernos de nuestra rutina y desidia. Ir con prisa a nuestra misa.
2. Ver: con los ojos naturales dispuestos a la sorpresa y al milagro.
3. Creer que Cristo es el verdadero Pan de vida: por eso llamamos a la Eucaristía “Misterio de fe”, porque sin fe no se entiende. Nuestros ojos solo ven un trozo de pan en la comunión. Nuestro paladar solo saborea un trozo de pan. Pero es nuestra fe en las palabras de Jesús las que CREEN que ahí, en ese trozo de pan está Cristo. Ha habido una auténtica transformación del pan natural en pan sobrenatural o Cuerpo de Cristo. El Espíritu Santo invocado por el sacerdote en la consagración ha bajado y ha transformado ese pan natural y ese vino en el Cuerpo y Sangre de Cristo. Tú, ¿crees esto? ¡Yo, sí!
4. Comer: sí, comemos el verdadero cuerpo de Cristo, como alimento para nuestro espíritu. Este pan nos irá transformando en Cristo, y ya no seremos nosotros sino Cristo quien vivirá en nosotros, como decía san Pablo. ¡Cuánta añoranza tienen muchos ahora que no pueden comulgar sacramentalmente! Pero como les dije el otro día: ahora podemos nutrirnos con el pan de la Palabra contenida en la Biblia. Este pan de la Palabra irá transformando nuestros pensamientos y criterios, tal vez mundanos, en criterios y pensamientos cristianos.

Hoy renovemos nuestra fe en la Eucaristía. Pidamos esta gracia a la santa que hoy celebramos, santa Catalina de Siena, doctora de la Iglesia y copatrona de Europa, nacida en el siglo XIV, de la orden dominica, defensora de la unidad de la Iglesia en ese siglo turbulento y cismático, y alentadora del Papa para que volviera a Italia, pues estaba cobardemente escondido en Avignon, Francia. Les mando a cada uno de ustedes la bendición de Dios, P. Antonio Rivero, L.C.