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Evangelio 24 Septiembre |¿Quien es este del que oigo decir tantas cosas?

Jueves, 24 de septiembre

RESUMEN DEL EVANGELIO, JUEVES, 24 DE SEPTIEMBRE

NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED, que se apareció a san Pedro Nolasco (siglo XIII), fundador de la Orden de los Mercedarios, llamados así por la particular devoción a la Virgen, a quien honran bajo el título de santa María de la Misericordia o de la Merced de los esclavos. A quienes entran a esta Orden les obliga un cuarto voto: el ofrecerse como esclavos de los musulmanes, si es necesario para liberar a un cristiano en peligro de caer en apostasía. San Pedro Nolasco murió diciendo estas palabras: “El Señor ha redimido a su pueblo”. La primera imagen de la Virgen que tocó suelo americano fue la de la Virgen de la Merced, que hizo pintar Isabel la católica y que regaló a los Mercedarios cuando partieron en misión a Santo Domingo. ¡Viva la Virgen de la Merced!

Lucas 9, 7-9: En aquel tiempo, se enteró el tetrarca Herodes de todo lo que pasaba, y estaba perplejo; porque unos decían que Juan había resucitado de entre los muertos; otros, que Elías se había aparecido; y otros, que uno de los antiguos profetas había resucitado. Herodes dijo: «A Juan, le decapité yo. ¿Quién es, pues, éste de quien oigo tales cosas?». Y buscaba verle.
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MI COMENTARIO

¿Cómo ven los Evangelios a los políticos?

1. No quedan bien los políticos en los evangelios. En el relato de la Navidad de Lucas se compara a César Augusto de manera muy desfavorable con el niño Jesús. Y en la narrativa de Mateo, ese niño es perseguido por un Herodes desesperado. Más tarde, el hijo de Herodes persigue a Juan el Bautista y al mismo Jesús. Juan Bautista le grita a Herodes que es un adúltero y que no debe vivir con la mujer de su hermano, es decir, con su cuñada. Para resumir: en todos los Evangelios las autoridades judías aparecen como corruptas.
2. Jesucristo, como verdadero hombre, vivió la realidad temporal y política de su tiempo, sin dejarse atrapar ni condicionar por ella, pues su misión era otra. Y aunque iluminó el campo político, sin embargo, lo trascendió y le marcó su sentido justo y recto, llamando la atención sobre los posibles abusos, tanto de una política que se aprovechaba de la religión, como de una religión politizada. No queremos ni un Cristo temporalizado, volcado revolucionariamente en la acción política; ni tampoco un Cristo celestizado que, de tanto mirar a las alturas, se desinteresa plenamente de la tierra que pisaba. Jesús trasciende la política. Si bien es verdad que ve la política como un poder venido de Dios -así se lo dijo a Pilatos-, sin embargo, también avisa de los posibles abusos del poder. Jesús ve la política como un SERVICIO. Pero por encima de la política está DIOS. La política y la religión son dos campos distintos, no contradictorios. Ambos al servicio del hombre de todo hombre.

Nuestros gobernantes, ¿tienen en cuenta todo esto? Recemos hoy por los gobernantes de todo el mundo para que vivan su misión desde el servicio y no desde el abuso y la tiranía. Demos al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. Punto. Les mando a cada uno de ustedes la bendición de Dios, P. Antonio Rivero, L.C.