Miércoles, 7 de octubre
RESUMEN DEL EVANGELIO, MIÉRCOLES 7 DE OCTUBRE
NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO
Lucas 11, 1-4: el padrenuestro
Sucedió que, estando Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, le dijo uno de sus discípulos: «Señor, enséñanos a orar, como enseñó Juan a sus discípulos». Él les dijo: «Cuando oréis, decid: Padre, santificado sea tu Nombre, venga tu Reino, danos cada día nuestro pan cotidiano, y perdónanos nuestros pecados porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe, y no nos dejes caer en tentación».
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MI COMENTARIO
1. ¿Qué podemos decir de Nuestra Señora del Rosario? ¿Desde cuándo le damos este título a la Virgen Santísima y por qué? Esta memoria dedicada a la Virgen se debe a la victoria que las fuerzas navales de la cristiandad obtuvieron en Lepanto (Grecia). Allí ganamos. El papa san Pío V atribuyó este histórico episodio a la oración que el pueblo cristiano dirigiera a María rezando el rosario. Y desde entonces lleva este título: Nuestra Señora del Rosario, ruega por nosotros. Ya sabemos, pues, que el rezo del rosario junto a María es un arma eficaz contra todos los enemigos de nuestra alma. ¡Qué hermoso es rezar el rosario en familia o en particular, con detención, meditando los misterios de Cristo, junto a María! Octubre, mes del rosario. Que no pase un solo día sin rezar el santo rosario.
2. En el evangelio Cristo nos enseña la oración más hermosa que rezamos: EL PADRENUESTRO. Ahí está contenido todo lo que Dios quiere de nosotros y nosotros necesitamos.
a) Dios es nuestro Padre, ¡qué felices somos!
b) A Él tengo que darle toda gloria, alabanza y adoración.
c) Me promete el cielo.
d) Queremos que su Reino se extienda en todos los corazones, familias, naciones, comunidades.
e) Le pedimos el pan de cada día, el material y el espiritual de la Eucaristía.
f) Le pedimos perdón y ofrecemos nuestro perdón al hermano.
g) Que no nos deje caer en la tentación.
h) Y, ¡fuera el mal, y el mal de los males, el infierno!
Pidamos hoy a María que sepamos rezar el padrenuestro con mucha confianza, atención, humildad y perseverancia. En el padrenuestro está todo lo necesario para vivir nuestra vida felices y contentos. Recemos hoy en familia el santo Rosario, pidiendo por todas las necesidades del mundo y de la Iglesia. ¡El rosario es el arma de la victoria! Les mando a cada uno en particular la bendición de Dios, P. Antonio Rivero, L.C.
