Evangelio 27 Julio|El reino de los cielos se parece a un grano de mostaza

LUNES 27 DE JULIO.

RESUMEN EVANGELIO LUNES 27 DE JULIO
MATEO 13, 31-35: En aquel tiempo, Jesús propuso todavía otra parábola a la gente: «El Reino de los Cielos es semejante a un grano de mostaza que tomó un hombre y lo sembró en su campo. Es ciertamente más pequeña que cualquier semilla, pero cuando crece es mayor que las hortalizas, y se hace árbol, hasta el punto de que las aves del cielo vienen y anidan en sus ramas».

Les dijo otra parábola: «El Reino de los Cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina, hasta que fermentó todo». Todo esto dijo Jesús en parábolas a la gente, y nada les hablaba sin parábolas, para que se cumpliese el oráculo del profeta: ‘Abriré en parábolas mi boca, publicaré lo que estaba oculto desde la creación del mundo’.
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MI COMENTARIO

Dos nuevas comparaciones nos ofrece Jesús para que entendamos lo que significa el Reino que Él ha venido a establecer en el mundo y en cada uno de nuestros corazones: la semilla de mostaza y la levadura. Es un lenguaje que sus oyentes entendían. Y así entendemos el estilo de Dios.

1. El grano de mostaza: El estilo del mundo en general es llamar la atención, buscar aplausos y “likes” en nuestros medios de comunicación, levantar polvareda, gritar. El estilo de Dios es distinto: es silencioso, humilde. Ahí está el grano de mostaza, algo tan insignificante y pequeño que nadie daría nada por conseguirlo. Nos gusta lo aparatoso, lo contante y sonante. Y Dios nos dio ejemplo al escoger a una mujer humilde, María; al hacer nacer a su Hijo en una cueva; al pedir a su Hijo Jesús vivir escondido 30 años en Nazaret, pueblo humilde y sin fama. Cristo elige pescadores sin títulos ni diplomas. Y poco a poco ese grano de mostaza fue creciendo en silencio, sin ruido, y ya la Iglesia es un árbol frondoso, zarandeado, sí, pero cuidado por Dios, y los frutos que ofrece son frutos de santidad en tantas partes y en tantos hombres y mujeres, los santos…también hemos visto frutos podridos, que tarde o temprano caen del árbol y desaparecen.
2. La levadura: también pequeña, pero puede hacer fermentar toda una masa de harina en silencio, y permite elaborar un pan sabroso. Así tiene que ser todo cristiano y cristiana. Allá donde está, en su casa, en el trabajo, en la Universidad, entre los amigos…tiene que ser buena levadura que haga crecer el mensaje del evangelio. ¡Cómo será nuestro mundo, nuestra sociedad, nuestras familias y comunidades…cuando la levadura de Dios se meta en nuestros corazones, mentes y proyectos y planes!

No busquemos cosas espectaculares y grandiosas para llamar la atención. El estilo de Dios es la humildad. Y Dios al humilde le da su gracia, y al soberbio lo resiste y le manda fuera sin frutos. Miremos a María Santísima, a quien llenó de gracia, por ser humilde. Y la vida de los santos es edificante. Les deseo una santa semana, para terminar julio con la esperanza en Dios. Y les mando a cada uno la bendición de Dios, P. Antonio Rivero, L.C.