Evangelio 22 Abril | El que cree tiene vida eterna

JUEVES 22 DE ABRIL

RESUMEN DEL EVANGELIO, JUEVES 22 DE ABRIL

Juan 6, 44-52: En aquel tiempo, Jesús dijo a la gente: «Nadie puede venir a mí, si el Padre que me ha enviado no lo atrae; y yo le resucitaré el último día. Está escrito en los profetas: serán todos enseñados por Dios. Todo el que escucha al Padre y aprende, viene a mí. No es que alguien haya visto al Padre; sino aquel que ha venido de Dios, ése ha visto al Padre. En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto y murieron; éste es el pan que baja del cielo, para que quien lo coma no muera. Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo».
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MI COMENTARIO

Seguimos con el discurso del pan de Vida, anuncio del sacramento de la Eucaristía. Me fijaré en lo que dice Jesús: “Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre, que me ha enviado”.

1. ¿Qué cosas me atraen y me fascinan en la vida? A muchos les atraen:
a) El dinero….el ¡dios dinero!
b) La fama y el prestigio en un cargo o profesión… el ¡dios fama!
c) El trabajo bien remunerado.
d) Una novia o novio lindo, con ojos azules y con un porte que embelesa.
e) Y otras cosas peores, ¿para qué seguir?

2. ¿Qué nos debería atraer a nosotros cristianos, seguidores de Cristo Jesús? Está bien claro. Cristo debería ser nuestra atracción más importante. Por Él amamos, trabajamos, estudiamos, sufrimos. Por Él nos casamos y formamos una linda familia, o nos consagramos a Dios en el sacerdocio o en la vida religiosa. Por Él hacemos apostolado y estamos dispuestos a ayudar a los demás. Por Él rezamos y vamos a misa. Deberíamos llevar en nuestra pupila el resplandor y la imagen de Jesús.

3. Aquí Jesús nos indica los pasos para ser atraídos por Él:
a) Discípulo que le escucha, en el silencio de la oración, en la meditación de la Sagrada Escritura. Y ahí, en su escuela, aprende sus lecciones. Démonos tiempo para leer todos los días la Biblia.
b) Discípulo que cree en Él, como único Salvador y Señor, como Pan de vida.
c) Discípulo que lo come para entrar en intimidad con Él y compartir su vida divina. Valoremos las misas y la comunión. No dejemos la misa por nada del mundo.
d) Discípulo que da testimonio ante los demás de ese Cristo alimento. Los acerca a Él, les habla de él, como hizo Felipe con ese etíope de la primera lectura de hoy, de los Hechos de los apóstoles capítulo 8. Y así quienes pasen por nuestro camino quedarán atraídos por Cristo, como nosotros.

Sigamos meditando mucho este capítulo 6 de san Juan, el discurso del Pan de vida, anuncio de lo que será el regalo más grande que nos dio Jesús: la Eucaristía, donde Él se hace Pan de la Palabra y Pan de la Eucaristía, que comemos y nos transforma en Él, para que también nosotros seamos Eucaristía viva para nuestros hermanos, es decir, entrega, donación, sacrificio y presencia que consuela y anima. Encomendemos hoy, jueves, especialmente a los sacerdotes, como todos los jueves. Gracias a ellos, podemos participar de la Eucaristía. El día que falten sacerdotes, no tendremos Eucaristía. Les mando a cada uno la bendición de Dios, P. Antonio Rivero, L.C.