MARTES 16 DE FEBRERO
RESUMEN DEL EVANGELIO, MARTES 16 DE FEBRERO
Marcos 8, 14-21: En aquel tiempo, los discípulos se habían olvidado de tomar panes, y no llevaban consigo en la barca más que un pan. Jesús les hacía esta advertencia: «Abrid los ojos y guardaos de la levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes». Ellos hablaban entre sí que no tenían panes. Dándose cuenta, les dice: «¿Por qué estáis hablando de que no tenéis panes? ¿Aún no comprendéis ni entendéis? ¿Es que tenéis la mente embotada? ¿Teniendo ojos no veis y teniendo oídos no oís? ¿No os acordáis de cuando partí los cinco panes para los cinco mil? ¿Cuántos canastos llenos de trozos recogisteis?». «Doce», le dicen. «Y cuando partí los siete entre los cuatro mil, ¿cuántas espuertas llenas de trozos recogisteis?» Le dicen: «Siete». Y continuó: «¿Aún no entendéis?».
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MI COMENTARIO
1. ¿Cuál es la levadura de los fariseos? La hipocresía, las apariencias, el quedarse en las cosas externas, en la sola ley, sin caridad, sin amor. Vivían solo para ellos para ser aplaudidos, estimados, galardonados. Su levadura pudre y huele mal. Es una levadura mala, vieja y cuando penetra en la sociedad corrompe y penetra toda la masa social, política, familiar. Y Cristo nos pone en guardia para no dejarnos contagiar por esta levadura. Tenemos que usar cubrebocas espiritual de la vigilancia, higienizarnos todos los días con el evangelio de Jesús, guardar bien las distancias, mejor, huir de esas personas hipócritas y fariseas, para llevar una vida digna, transparente, sincera, centrada en el amor a Dios y al prójimo. Así no nos contagiaremos con este virus que es peor que el Covid-19.
2. Estos fariseos de ayer y de hoy quieren amasar todo con su levadura podrida: la Escritura Santa, los preceptos de Dios y de la Iglesia, los discursos del Papa y de los obispos. Y son duros con los demás e indulgentes consigo mismos. Llenos de ambiciones. Y viven una religión comercial, mágica, lucrativa, legalista, sin entrañas. Y quieren corromper todo a su alrededor. ¿No vemos corrupción en tantos gobiernos y empresas? ¿No suenan los nombres de tantos líderes políticos, sociales y religiosos…contagiados por la mal levadura de la mentira, ambición y explotación? Son personas muertas caminando y gobernando. Tristemente.
3. Cuando Jesús hoy nos alerta contra la levadura de los fariseos lo hace para que no nos dejemos arrastrar por el ambiente, los criterios y el estilo de esas personas. Nos pide inmunizarnos del mal y ser levadura del bien. No nos aclimatemos a este ambiente. Leamos todos los días los santos evangelios, que son la mejor medicina contra esta mala levadura.
Llevemos la levadura de Cristo por todas partes, sin tanto alboroto, en el silencio y humildad. Levadura de la bondad, de la misericordia, del perdón, de la fe y esperanza. Fuera la mala levadura de la envidia, del rencor, del egoísmo, de la impureza. Esto estropea las familias y los grupos humanos y eclesiales. Nuestros hijos crecerán sanos. Nuestras comunidades parroquiales y de los movimientos olerán a evangelio. Así podremos ofrecer a nuestro alrededor el pan de la Palabra de Dios y de la Iglesia. Les mando la bendición de Dios, P. Antonio Rivero, L.C.