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Evangelio 14 Mayo|Permanezcan en mi amor

VIERNES, 14 DE MAYO
SAN MATÍAS

RESUMEN DEL EVANGELIO, 14 DE MAYO
SAN MATÍAS, APÓSTOL

Juan 15, 9-17: En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.

»Os he dicho esto, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea colmado. Este es el mandamiento mío: que os améis los unos a los otros como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. No os llamo ya siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a vosotros os he llamado amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.

»No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; de modo que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda. Lo que os mando es que os améis los unos a los otros».
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MI COMENTARIO

“Ya no los llamo siervos, sino amigos”.

1. La historia de san Matías nos ayuda a entender la vocación de “apóstoles” que todos tenemos en un sentido amplio: testigos de Cristo en el mundo de hoy. No todos pertenecemos al “colegio de los apóstoles” ni al grupo de sus sucesores, los obispos. Pero sí que somos discípulos -tal vez, de la segunda hora, o de la hora undécima, es igual- con la misma misión: dar a conocer en este mundo el plan salvador de Dios y la persona de Jesús como Verdad y Vida.

2. Las cualidades que se pidieron para Matías se nos piden a nosotros igualmente…
a) No nos arrogamos la condición de apóstoles y enviados, sino que somos “elegidos”, enviados por Cristo.
b) No actuamos como francotiradores, cada uno por su cuenta, sino que pertenecemos a la Iglesia y actuamos coordinadamente con sus responsables y los demás colaboradores, como Matías entró a formar parte del grupo de los Doce.
c) De alguna manera, debemos experimentar la “convivencia” con Jesús: no le hemos visto y oído directamente, pero sí creemos en él y lo hemos descubierto como razón de ser de nuestras vidas, y somos sus amigos.
d) Y de ahí deriva el que se nos pida ser para los demás “testigos de su resurrección”, con lo que ello supone de energía, esperanza, alegría y vida dinámica.

3. Puede ser que nos sintamos pequeños y débiles. No sabemos si Matías tenía muchas cualidades. No se nos pide milagros espectaculares. Cristo nos pide que nos prestemos y nos pongamos en sus manos. Él hará el resto. Basta repasar la vida de tantos santos, que no tenían tantas cualidades y Dios hizo maravillas con ellos, porque se prestaron.

A quienes se llaman Matías, ¡felicidades! Les mando a cada uno la bendición de Dios, P. Antonio Rivero, L.C.