1 DE JUNIO: MEMORIA DE MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
RESUMEN EVANGELIO DEL LUNES 1 DE JUNIO, MEMORIA DE SANTA MARÍA VIRGEN MADRE DE LA IGLESIA. Evangelio: Juan 19, 25-27: María al pie de la cruz. O Marcos 12, 1-12: parábola de los viñadores homicidas.
Cerca de la cruz de Jesús estaba su madre, con María, la hermana de su madre, esposa de Cleofás, y María de Magdala. Jesús, al ver a la Madre y junto a ella al discípulo que más quería, dijo a la Madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo». Después dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu madre». Y desde aquel momento el discípulo se la llevó a su casa.
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MI COMENTARIO
Dado que hoy la Iglesia deja libertad para elegir el evangelio, quiero honrar en este comentario a María Santísima Madre de la Iglesia.
1. Buena inspiración del Espíritu Santo a la Iglesia y al papa Francisco: dedicar el día después de Pentecostés a la memoria de María Santísima Madre de la Iglesia, título que dio el papa san Pablo VI durante el concilio Vaticano II el 21 de noviembre de 1964.
2. ¿Qué hay detrás de esta memoria? Todos tenemos necesidad de una madre para nacer en el orden natural, psicológico y afectivo. Sin la mamá uno podría crecer muy triste, huérfano y, tal vez, con traumas sentimentales y psicológicos. Pues también la Iglesia y los hijos de la Iglesia necesitamos de una madre en el orden sobrenatural y de la gracia. Además, necesitamos de un modelo perfecto. El papa Francisco lo dice así al comentar el sentido de esta memoria: “Me gustaría mirar a María como imagen y modelo de la Iglesia. Y lo hago recuperando una expresión del Concilio Vaticano II. Dice la constitución Lumen gentium: “Como enseñaba san Ambrosio, la Madre de Dios es una figura de la Iglesia en el orden de la fe, la caridad y de la perfecta unión con Cristo” (n. 63).
3. ¿A qué nos compromete esta memoria dedicada a María Madre de la Iglesia?
a) Agradecer a Cristo que nos haya regalado a su Madre Santísima como Madre de la Iglesia. Para todos: para los obispos, sacerdotes y diáconos, para los seminaristas, para los religiosos y monjas y para los laicos. Todos formamos una sola Iglesia católica y apostólica, de la que María es Madre. Agradecer al papa san Pablo VI por este hermoso título que le inspiró el Espíritu Santo después del Concilio Vaticano II.
b) Mirar a María como modelo de la Iglesia: modelo de fe, de caridad, y de unión con Cristo. Además de otras actitudes que podemos aprender de ella: escucha atenta de la Palabra, disponibilidad al plan de Dios, humildad.
c) Pedir a María, Omnipotencia suplicante, como diría san Bernardo, que interceda por la Iglesia en estos momentos cruciales, para que no nos deje solos, para que nos ayude a todos a ser santos y a santificar esta Iglesia santa de Cristo. Pidamos a María el fin de la pandemia y por quienes están sufriendo la pérdida de algún ser querido por culpa del coronavirus. Que interceda ante su Hijo Jesús Médico por todos los médicos, enfermeras para que encuentren la solución para este virus.
d) Y último compromiso: sentir la Iglesia como madre de nuestra fe, de nuestra familia. Y entre nosotros, hermanos que nos apoyamos, nos respetamos, nos ayudamos. Estamos orgullosos de ser hijos de María en el orden de la gracia.
María, Madre de la Iglesia, ruega por nosotros. Les mando a cada uno la bendición de Dios, P. Antonio Rivero, L.C.